Pregunta 2: Dos ejemplos de áreas grises

La doble elaboración de Estados Financieros:

El ejemplo más usual de la falta de transparencia en los Estados Financieros es la elaboración de dos estados financieros simultáneos, uno para la entidad recaudadora de impuestos y otro para presentarlo ante posibles inversionistas. Legalmente, se realizan una cantidad determinada de compras, gastos, préstamos y ventas. Sin embargo, cuando la contabilidad es compleja, las cuentas se pueden mover o desplazar de diferente manera, ya que la contabilidad actual se maneja con cierta subjetividad. Es así que se puede elaborar un Estado de Resultados que muestre muchos gastos y pocas utilidades ante la entidad recaudadora de impuestos, con el fin de reducir el pago de los mismos. Por otro lado, con las mismas cuentas, llámese compras, ventas y préstamos, se puede elaborar un Estado de Resultados desde un punto de vista distinto, dirigido a posibles inversionistas, que muestre una empresa sólida y rentable, con un nivel de utilidades mayor al del Estado Financiero presentado ante la entidad recaudadora de impuestos.

Las compras personales de los accionistas como activos para la empresa:

Otro ejemplo muy común de la falta de transparencia en los estados financieros son las compras personales de los accionistas como activos de la empresa. Por ejemplo, cuando un accionista desea un automóvil nuevo lo puede adquirir en nombre de la empresa, en vez de registrarlo a su nombre. Con ello consigue generar crédito fiscal y adicionar activos a la empresa. De esta manera, la empresa ha tenido una inversión significativa y pagará menos impuestos al final del ejercicio. Sin embargo, lo más posible es que dicho activo, en este caso el automóvil, jamás sea usado en beneficio de la empresa, sino en beneficio personal del accionista. En ese sentido, en los Estados Financieros de una empresa que realice este tipo de prácticas se podrá apreciar a una organización con mucha inversión y un buen nivel de utilidades. Depende de los accionistas que adquieran bienes, registrarlos como bienes personales, pagando el IGV correspondiente ó registrarlos como activos de la empresa, reduciendo el pago de impuesto a la renta y añadiendo una falsa inversión en la entidad jurídica.


Por: Jean Franco Carhuas