La inmediatez temporal consiste en ver con que velocidad se piensa que se darán los hechos de haber realizado algo, es decir, las consecuencias. Cuando el hecho de realizar una acción conlleva a consecuencias que recién se darán en un largo periodo, la parte moral es percibida como menos grave.
Las operaciones comerciales de Enron dependían fuertemente de transacciones comerciales complejas, muchas de ellas asociadas a negocios futuros. Se alega que muchas de esas apuestas a precios energéticos futuros estaban perdiendo dinero, y que, para disfrazar esto, se creó una red de “sociedades” que mantenían las pérdidas fuera de los balances generales de la compañía.
Esto quiere decir, que ENRON tomaba por utilidades las ganancias de años futuros, suponiendo que no habría problema de pérdidas en años posteriores y escondiendo las pérdidas en otras empresas que adquirían. En otras palabras cobraba por adelantado sin analizar los riesgos que ocasionaba haciendo eso. Por lo que hacía percibir a los directivos que el dinero tomado ahora no era muy grave y que si eran descubiertos seria en un periodo muy largo.
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